22/02/2012
En primavera, coincidiendo con un mes tan florido, con mucha ilusión y esfuerzo, se puso en marcha el invernadero.
Son 32 usuarias las que desempeñan un trabajo diario ocupándose de sembrar, regar, repicar, trasplantar, esquejar… adquiriendo conocimientos del amplio e interesante mundo de las plantas.
La actividad ocupacional del invernadero ha servido para que muchas de las usuarias encuentren en este, satisfacción personal, responsabilidad, salir de la rutina y un cambio de actitud ante el trabajo.
Asimismo, las usuarias manifiestan los sentimientos positivos que les reporta la labor del invernadero, tales como el aprendizaje de algo que les motiva, la sensación de sosiego, serenidad, utilidad, dinamismo, que provocan su implicación con más interés, sin dejar de lado el incremento económico que supone el resultado de su esfuerzo.
Además, y sobre todo, lo más importante, es la sensación de bienestar, que nace junto con los nuevos brotes, inducidos por la confianza y la recompensa que se obtienen por un trabajo bien hecho.
“Estar en el invernadero me ha cambiado porque me entretiene mucho” Asun Sánchez
“He aprendido un trabajo nuevo que me gusta y me relaja” Rosa Urones
“Antes me entraba somnolencia y ahora con este trabajo estoy más despierta, más animada; la mañana es más amena y estoy más alegre. Con esta tarea todos los cambios son positivos” Camino Acebes
