MES DE MAYO, MES DE MARÍA

01/06/2012

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Ha pasado el mes de mayo, el mes de María. En este mes precioso se nos ha invitado especialmente a vivir con María. Con qué ilusión hemos ido preparando cada día el ejercicio de las flores. Es verdad, que hemos estado en tensión espiritual de ir con flores a porfía. Cada grupo que le tocaba, trataba de hacerlo de una forma muy singular, pero con un amor intenso de hijas en torno a María nuestra Madre.

Hemos llegado a la conclusión, de que no se puede ser cristianas sin ser marianas, porque Cristo ha entrado en la historia humana por mediación de María. El Espíritu Santo ha venido sobre la Iglesia y sobre el mundo por la intercesión de María. Y nuestra transformación en Cristo se producirá siempre por obra del Espíritu Santo con la colaboración de María. La relación con María no es un artículo de lujo añadido en la vida cristiana, es una relación vital. No podemos vivir sin María.

Así lo entendemos y lo vivimos a lo largo de todo el año y particularmente en este mes de mayo. La vida cristiana puede explicarse desde muchas perspectivas. Pero cuando miramos a María, vemos en ella cumplido lo que Dios quiere realizar en nosotras.

En este mes de mayo hemos estado invitadas a vivir cada día nuestra relación con María, concretándose en alguna “flor” que la hemos ofrecido como expresión generosa de nuestra devoción filial.

Ella, nos ha ido enseñando a contemplar a Jesús. En la escuela de María se nos han ido quedando grabadas las palabras y las obras de Jesús, nuestro mejor maestro y amigo. A todas las que habéis colaborado de una manera activa y eficaz: Profesionales, usuarias y Hermanas de la Comunidad, nuestro más sincero agradecimiento. María, colmará todos nuestros deseos y nos llenará de su amor.

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